Los dispositivos, que se integrarán en la plataforma Gestión Inteligente de Residuos, optimizan los recursos del servicio al conocer el estado real de la carga de los depósitos.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de las áreas de Innovación Tecnológica y Limpieza, ha comenzado a instalar 600 sensores volumétricos en contenedores de recogida selectiva de vidrio, papel y plástico situados en el Distrito Vegueta, Cono Sur y Tafira. Esta actuación se encuentra enmarcada en el proceso de modernización del servicio de limpieza que se está desarrollando a través de la plataforma Gestión Inteligente de Residuos.
Estos dispositivos permitirán optimizar los recursos humanos y materiales, además de reducir el impacto medioambiental. El servicio de limpieza, a través de este sistema de inteligencia implantado con la iniciativa LPA Inteligencia Azul, podrá planificar las rutas en función de la situación de carga en la que se encuentre cada uno de los depósitos, disminuyendo así la huella de carbono y haciéndolo más sostenible.
Esta actuación, adjudicada a la empresa Odin Solution S. L. y cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) de la Unión Europea en el marco del Programa Operativo de Crecimiento Sostenible 2014-2020), cuenta con un presupuesto de 106.623,36 euros.
El Ayuntamiento amplía con esta intervención el sistema de recogida inteligente de residuos, uno de los principales proyectos de la estrategia LPA Inteligencia Azul que cuenta con una inversión próxima al millón de euros. Cerca de un millar de papeleras y contenedores de recogida selectiva y fraccionada ya han sido sensorizados en el municipio para calibrar los niveles de llenado en tiempo real.
Los dispositivos instalados en los contenedores de recogida selectiva son de última generación, permitiendo una comunicación bidireccional entre el propio sensor y la plataforma Gestión Inteligente de Residuos. Así, el sistema puede ser configurado en remoto para que obtenga información por horas sobre el volumen de residuos y realice al menos dos envíos de información al día para conocer su estado de carga.
De esta forma, el servicio de Limpieza puede distinguir en un mismo día las horas de llenado rápido y las horas de llenado más lento donde la frecuencia de medida sea menos crítica. Con esta información, el área definirá las rutas de recogida de los residuos de manera más eficiente y sostenible.
Los sensores cuentan, asimismo, con un sistema de envío de alertas en base a los umbrales de llenado y vaciado, y un acelerómetro que detecta en tiempo real si se está produciendo un desplazamiento diferente al inicial. Además, recogen información con el fin de extraer estadísticas.